María Soledad Morales tenía 17 años y estudiaba en un colegio religioso de Catamarca. El 8 de septiembre de 1990 desapareció y su cuerpo fue encontrado dos días después en un basural a 7 km de la ciudad. El caso de María Soledad Morales fue emblemático: ese 8 de septiembre fue drogada, violada, asesinada y arrojada en un descampado a la vera de la ruta. Los perpetradores de su crimen eran “hijos del poder”. Lo que vino después fueron innumerables muestras de impunidad: se perdieron pruebas, se presionaron testigos y se intentó encubrir lo sucedido. Sin embargo, la lucha de la familia de la joven, acompañada por toda la sociedad, terminó por resquebrajar el poder despótico que gobernaba la provincia, bajo el mando de la familia Saadi. La DIPPBA siguió de cerca las movilizaciones surgidas a partir del femicidio de María Soledad.
Habitación con escombros, sillas, pared y puerta rotas. Fragmento de bandera en extremo derecho superior del encuadre: "Mer…" (Partido Comunista Mercedes)
Fachada del comité desde la calle. Puerta y ventana rotas, escombros y chapas tiradas. Moto estacionada en vereda. En el interior sillas, mueble y fragmento de bandera: "Partido Comunista Mercedes".
Fotos de los asistentes al acto de inauguración del local "Movimiento por la paz". Las piezas están intervenidas con números rodeados de círculos para identificar a los participantes.
Fotos de los asistentes al acto de inauguración del local "Movimiento por la paz". Las piezas están intervenidas con números rodeados de círculos para identificar a los participantes.
El legajo se abre a raíz de la solicitud de la Central a la regional Lanús por un atentado en Villa Dominico: una bomba de potencia moderada detonó en el Puente Santo Domingo incendiando dos naftoductos e imposibilitando el paso del Tren Roca.