El periodista Rodolfo Walsh tiene tres fichas personales en el archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) e integra una nómina de autores con “antecedentes ideológicos desfavorables” por la obra que inaugura el nuevo periodismo: “Operación Masacre”. Del escritor al militante, criptógrafo en Cuba, jefe de inteligencia de Montoneros luego. En plena dictadura militar, desde la clandestinidad, siguió haciendo periodismo hasta el final, hasta su muerte luego de enfrentarse con una patota militar. A partir de 1973, la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) produjo, recolectó y archivó material de Rodolfo Walsh y su labor como escritor, periodista y militante. Hasta el momento de su desaparición hubo un seguimiento focalizado de sus “antecedentes” e investigaciones sobre las agencias, semanarios y diarios donde trabajó o colaboró. Después de su secuestro y muerte, la persecución ideológica sobre el periodista continuó a través de la incorporación de su obra y de su nombre al corpus de producciones culturales que los organismos de inteligencia aconsejaron prohibir.
La mayor parte de la documentación del fondo es la que pertenece a la División Central Registro y Archivo, cuyas fechas extremas son 1937-1998. Esta documentación era producida en gran medida en las delegaciones que la DIPPBA tenía en las distintas localidades de la provincia de Buenos Aires. Estas la clasificaban a partir de “factores” y luego la remitían a la DIPPBA Central, donde la información se reunía, procesaba y clasificaba para su utilización, dividida en “mesas de trabajo”. Las Mesas con mayor documentación son: Mesa A (factores estudiantil, político y comunal), Mesa B (factores gremial y económico), Mesa C (comunismo), Mesa DS (delincuente subversivo), Mesa Referencia, Mesa De (factores religioso y social). Un fichero onomástico con 217 mil fichas es la puerta de entrada para la localización de la documentación. Los tipos documentales más frecuentes que se encuentran al interior de los legajos (principal unidad documental) son: informes de inteligencia; memos -que reflejan la comunicación entre los distintos organismos de inteligencia-; fichas- personales o temáticas; fotografías y recortes periodísticos, entre otros. Por otro lado, existe una gran variedad de tipos documentales generados por los diversos “sujetos vigilados” y que fueron objeto de secuestro o “sustracción” de parte de alguna de las fuerzas: panfletos, volantes, fotografías, entre otros. La documentación producida por la División Medios de comunicación social está en diversos soportes de audio, video y papel.
La documentación entregada por las delegaciones pertenece a las secciones “Central de documentación y archivo” y “secretaria de apoyo”. En algunos casos es posible identificar series como por ejemplo legajos por factor, y en otros la escasa documentación no permite la identificación de series. Dentro de la sección Central de documentación y archivo además de legajos hay informes de inteligencia, notas recibidas, notas enviadas, informes temáticos. De la sección Secretaría de apoyo hay boletas e informes de gastos y compras, relevamientos distritales, legajos de personal, planillas de horas cores, solicitudes de licencia, etc. También hay órdenes del día y material de contrainteligencia. Los libros que predominan, son libros de Guardia de prevención, “parte de novedades de la guardia”.