El 22 de abril de 1985 se realizaba la primera audiencia del juicio a las Juntas Militares, llegaba el tiempo de la justicia. Sobrevivientes, familiares de las víctimas del terrorismo de Estado y organismos de derechos humanos habían reclamado, desde la vuelta a la democracia, la condena de los crímenes de lesa humanidad y que sean jueces civiles los que juzgaran estos hechos. En la previa del inicio del juicio, la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) elaboró un informe que ofrece apreciaciones sobre cómo la sociedad y los distintos actores del litigio esperaban el debate oral y público: un recorrido desde la estrategia militar y el pacto de silencio castrense hasta los intentos de boicot de grupos nacionalistas.
La delegación Lanús le envía a la Central de inteligencia un panfleto sobre los sucesos de Trelew que había sido distribuido en Capital Federal. El informe señala que fue obtenido confidencialmente.
En La Plata se realiza un acto y movilización en homenaje a las víctimas de Trelew. La delegación informa y remite volanteria a la Central de inteligencia.
En un informe de inteligencia sin fechar del legajo N° 246 se lee que fueron distribuidos en distintas zonas de la ciudad panfletos de la UES titulados “Democracia real o continuismo oligárquico”. El informe analiza la forma y el contenido del mismo con minucioso nivel de detalle.
El 30 de agosto de 1984 la Delegación La Plata informa al Sr. Director que se ha obtenido un Boletín informativo de la UES en el que se recorre las actividades desplegadas por la agrupación desde su nacimiento poniendo – según la DIPPBA – especial énfasis en la represión de la que fueron víctimas. Según expresa el informe de inteligencia: “el boletín fue entregado en mano a alumnos de colegios normales pero con escasa difusión hasta el momento”.